miércoles, marzo 29, 2006

"Harry Potter es el opio del pueblo": Stanislaw Lem (1921-2006)
Murió el maestro Stanislaw Lem, el más grande escritor europeo de ciencia ficción. Un satirista a quien se le ha colocado cerca de autores como Kafka, Borges y Calvino. Judío nacido en Polonia, vivió en carne propia la persecución y censura de los grandes sistemas utópicos del siglo XX, el nazismo y el comunismo. Lem inició escribiendo literatura realista (su primera novela El hospital de la transfiguración trata sobre unos médicos en un psiquiátrico de la Polonia ocupada que intentan salvar a los pacientes de un exterminio seguro) pare después, abrumado por el absurdo de este mundo, migrar al territorio de la literatura fantástica.

A continuación transcribo algunos pasajes de la que parece ser la última entrevista que concedió, hace dos años, a un medio hispanoparlante:

--Dijo hace años en una entrevista que "el mercado literario ha matado la literatura".

--Sí, Harry Potter es como opio para las masas. Hoy en día, gran literatura hay muy poca. Tal vez Pynchon, Saul Bellow... Pero ésos son nombres ya antiguos, y de los nuevos hay muy pocos. Es más fácil ser poeta, puesto que ahora para eso no hace falta ni siquiera sentido.

--¿Qué opina de internet y de las nuevas tecnologías?

--Internet, como cada nueva tecnología, tiene sus ventajas y desventajas. Si mi secretario necesita ponerse en contacto con mi representante en Hollywood lo hace en cinco minutos. Pero a través del correo electrónico nos llegan enormes cantidades de basura y todavía no existe ninguna manera eficaz de filtrarlo. Para mí el secretario es como un filtro de protección.

--Un filtro humano, no tecnológico.

--Si no fuera por él, ¡me volvería loco! En internet tengo una página web polaca y una americana, hay muchos chats, y yo no soy capaz de verlo todo, de leerlo todo. Nadie dispone de tanto tiempo. Sólo un niño se entusiasmaría con una montaña de chocolate.

--Como lector, ¿cuáles son sus influencias?

--Ninguna.

--Me refiero a cuando empezaba a escribir.

--¡Dios mío! Yo empecé en el 45, eso es ya prehistoria.

--Se ha hablado de Lem en relación con Borges, Italo Calvino, Anthony Burgess o Torrente Ballester. ¿Se siente usted cómodo en esta compañía?

--Claro, ¿y por qué no me iba a sentir cómodo? Cada uno trabaja en su galaxia.

--¿Hay otros maestros contemporáneos, o no contemporáneos, con los que se sentiría más a gusto?

--Hoy en día no tengo relaciones profundas con otros escritores. La mayoría de los escritores con los que estaba en contacto ya han muerto.


Considerado por muchos la mejor pluma de la ciencia ficción del siglo XX, Lem fue expulsado de la Science Fiction Writers of America (SFWA), de la que era miembro honorario por haber escrito un ensayo en el que acusaba a la ciencia ficción norteamericana de ser mediocre y escapista. Decía que el único autor que se salvaba era Philip K. Dick, sin embargo Dick se unió a los firmantes que solicitaron la expulsión de Lem de la SFWA:

--Hablando de malentendidos, ¿qué le pasó con Philip K. Dick?

--Aquello ocurrió porque él en aquel momento estaba tomando muchos alucinógenos. Escribí un artículo sobre su obra y le invité a venir a Polonia, pero Dick pensó de repente que yo no existía, que había algo así como un comité llamado Lem que intentaba secuestrarle y que le deseaba todo lo peor... Dick estaba muy mal de la cabeza.

--En aquel artículo (?Un visionario entre charlatanes?) decía que Ubik le había gustado mucho.

--Sí, sí, naturalmente.

--¿Hay otros libros de Dick, aparte de Ubik, que le gustaran?

--Era un escritor muy irregular, tenía libros muy buenos y otros mediocres. Eso dependía mucho de la cantidad de drogas que tomara.

--¿Qué otros escritores de ciencia-ficción le han interesado?

--Dick me ha parecido el más original de todos.

--Hubo una época en la que su nombre estaba al lado de Bradbury y de Asimov, como el contrapeso, digamos, de la ciencia-ficción anglosajona. ¿Cuál fue su relación con Bradbury, con Clarke , con Asimov?

--Ninguna. Creo que los rusos, los hermanos Arkadij y Boris Strugasky, han sido mejores.


Decepcionado de ambas adaptaciones cinematográficas de su novela Solaris (Tarkovsky,1972 y Soderbergh, 2002), era básicamente un pesimista con un gran (y corrosivo) sentido del humor, con muy pocas esperanzas puestas en el futuro de la humanidad:

--¿Qué piensa sobre los vuelos a Marte?

--Es un proyecto político, dictado por el deseo de Bush de repetir la maniobra de Kennedy cuando apoyó los viajes a la Luna. Lo que quiere conseguir Bush es garantizarse la victoria en las elecciones para el segundo mandato, cree que así se cubrirá de gloria y será famoso en Estados Unidos y en todo el mundo. Sabemos que hasta ahora sólo una de cada cuatro misiones al Marte, sin tripulación, llegaba a realizarse: tres de cada cuatro fracasaban. Si los americanos piensan volar hacia Marte por cien mil millones de dólares, teniendo en cuenta esas inevitables averías, tendrán que disponer de cuatro veces esa cantidad, y el Congreso seguramente no lo permitirá. Además, allí en Marte no hay nada interesante: es un desierto, sin aire ni agua. Así que se trata de un proyecto puramente político que sólo sirve para ganar fondos con vistas al próximo mandato de Bush.


Descanse en paz, el maestro Lem.

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