jueves, febrero 19, 2004

Ade Sifuentes

Anoche Ade, la mamá de Gerardo Sifuentes, durmió en casa de mis papás. Fui a verla allá y me sorprendió la fortaleza con la que está enfrentando esta situación.

Acompañada de Virginia, mi mamá, y mi tía Martha, mi segunda mamá, Ade me contó que la audiencia de ayer fue muy favorable para nuestros amigos, que el peritaje determinó que no hay huellas digitales del Chícharo en ninguno de los espejos y que las acusaciones de los policías que los arrestaron resultan incoherentes con los testimonios y las evidencias.

Muy esperanzada, me dijo que está segura que Gerardo y Epigmenio saldrán libres por la vía legal y absueltos para el viernes.

"Cuando pasan estas cosas tan duras", dijo, "lo que me preguntó es qué es lo que el Señor quiere que aprenda, qué es lo que me está queriendo decir".

Ella es la fuerza que ha mantenido a flote a su familia en estos momentos tan difíciles.

Así las cosas, sólo resta esperar. Insisto en que quienes puedan y quieran hacerlo, apoyemos financieramente a Gerardo depositando aunque sea el costo de un libro, como dijo Hiram, a la tarjeta de Invermático Banamex 5177 9501 0895 4597 a nombre de Gerardo Sifuentes Marín.

Finalmente, la mamá de Gerardo me pidió que les dé las gracias a todos los que se han interesado y han ayudado de una manera u otra al Chícharo. "Lo único que puedo ofrecerles en agradecimiento", me dijo, "es orar para que a ninguno de ustedes les suceda lo mismo."

Y en ese momento, se los confieso, las lágrimas me traicionaron.

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