jueves, diciembre 04, 2003

Litografías

Plinio, el maestro impresor --esto suena muy raro, el cabrón es más joven que yo-- me convenció de hacer no una ni tres ni cuatro imágenes sino nueve litografías nueve que armarán una carpetuca muy mona que, si todo sale bien, estará lista a finales de enero.

Las imágenes, situaciones genéricas de comics de ciencia ficción incluyendo aliens, astronautas, robots y una chica amenazada por un monstruo tentaculado, han quedado muy guapas y estoy muy emocionado.

Aún no sé si volveré el sábado o el domingo, ni siquiera he tenido tiempo de turistear.

Ayer se fue Javier Manrique al DF en camino a San Francisco, hicimos buenas migas y espero verlo pronto.

Por acá la efervescencia de las próximas designaciones de candidatos son el tema obligado. Se dice que Monreal (que debe ser mi pariente lejano, pues ése es el segundo apellido de mi abuelo) sacrificó a su Delfín en favor de (HORROR) Amalia García a cambio de la presidencia del partido.

Tampoco ha dejado de causar escozor la nueva puntada del presidentazo de oro que dios nos dió. El "hay que ponerle", enésimo lapsus linguae de Fox ya es motivo de burla y escarnio.

Ello, sin dejar de lado el cisma priísta que toma tintes cada vez más grotescos ("sigo siendo la coordinadora", se le escuchó aullar a doña Elba Esther).

Ahora que tengo TV me doy cuenta porque en el DF la evito: no he podido corregir nada de mi novela por estar viendo programas basura.

Ni siquiera alguna película francesa de las que se cuelan al Cinema Golden Choice o algún buen documental, no, ayer me descubrí viendo a Memo Ríos rodeado de cuatro bellezas "estúpidamente guapas", como dijera Raúl Vale de Verónica Castro. Y lo peor es que no pasaba nada, el tiempo se les iba en puras estupideces.

Me voy a comer.

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