lunes, julio 07, 2003

Vaya vergüenza
El auténtico ganador de estos comicios, ya es lugar común decirlo pero no por ello es menos cierto, fue el abstencionismo. 59% de los empadronados no fueron a votar. Por si ello fuera poco, las elecciones de ayer sitúan al PRI como la primera fuerza política del país.

Nuevo León, Sonora, Campeche y Colima quedan en manos del PRI mientras que Querétaro y San Luis Potosí son del PAN.

Por otro lado, en la Ciudad de México 15 de 16 delegaciones van para el PRD, así como 34 de 40 distritos.

Se ha dicho que mucho de plebiscitarios tienen estos resultados. El PAN recibe la desaprobación de la ciudadanía mientras el PRD se beneficia del llamado "Efecto AMLO". Ambas cosas son para poner a pensar a los respectivos dirigentes de los partidos de aquí a tres años.

Rosario Robles, quien valentonamente anunció que dejaría la dirigencia nacional del partido si éste no alcanzaba un 20% de los votos globales en las urnas, refrenda su puesto ante una exitosa jornada electoral tras la que el partido prácticamente duplicó su número de diputados y se apoderó de la capital del país.

Algunas reflexiones:

-) El PAN es tan malo, que la raza prefiere el PRI. Go figure.

-) Lo anterior pone al dinosaurio en una peligrosa ventaja frente a los demás partidos para las elecciones del 2006. ¿Familiarizados con el concepto retroceso histórico?

-) Aunque el Perredé parece no existir en la provincia, con pocas excepciones, es el partido que rifa en la capirucha. Es un fenómeno interesante digno de ser estudiado por los expertos.

-) ¿Cómo abatir el abstencionismo? Quien se gane a ese 60% de los votantes tiene el triunfo en sus bolsillos.

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